Cualquiera que trate con coleccionistas de coches exclusivos tropezará inevitablemente, tarde o temprano, con el nombre de Michael Fux. Entre otras cosas, este estadounidense posee un Rolls-Royce Wraith en verde menta, fue uno de los primeros clientes estadounidenses del BMW i8 y también le gusta mostrar en su cuenta de Instagram qué otros juguetes tiene. En definitiva, conduce los coches con los que la mayoría de los demás sólo sueñan. Y no solo conduce uno o dos, prácticamente los conduce todos. ¿Buscas coches de segunda mano? Los mejores coches de ocasión en Crestanevada.
Una incorporación bastante reciente a su colección extremadamente exclusiva es un BMW M2 en amarillo Austin, del que informamos por primera vez hace unos meses. El ejemplar había llamado la atención de uno de nuestros lectores, ya que el BMW M2 sólo puede encargarse en cuatro colores de fábrica, pero cuando un cliente tan bueno y reconocido como Michael Fux encarga otro coche, aparentemente se pueden satisfacer muchas peticiones especiales. En este contexto, un trabajo de pintura individual para el BMW M2 en Austin Yellow Metallic es uno de los ejercicios más fáciles.
Sin embargo, para lograr la máxima exclusividad y rendimiento, el BMW M2 de Michael Fux no sólo luce un acabado de pintura que no está disponible en la actualidad, sino que también se ha refinado aún más con algunos componentes de tuning de la gama de accesorios BMW M Performance. Los riñones y las carcasas de los retrovisores exteriores en negro, las aletas del faldón delantero y el labio del spoiler trasero en carbono ponen acentos oscuros y hacen que el brillante M2 dorado sea aún más especial.
Desde el punto de vista técnico, el deportivo compacto debería seguir correspondiendo a la serie, pero a la vista de las excelentes prestaciones del BMW M2, esto no es ninguna desventaja: distribución perfecta del peso, seis cilindros en línea de 370 CV y tecnología de chasis procedente del M3 y el M4 – en términos de placer de conducción, el M2 pertenece sin duda a la Liga de Campeones, aunque tenga que luchar de nuevo por la atención de su propietario cada día en la colección, a veces extremadamente rápida, de Michael Fux.