¿Cómo estudio una ley?

Cuando empecé a preparar mis oposiciones en Academia TEBA me costaba mucho estudiar directamente de una ley… ¡Soy de ciencias puras! Pero… ¡no nos engañemos! es lo que nos van a preguntar en el examen. Por eso te recomiendo que aprendas a hacerlo.

Yo empiezo leyéndola atentamente sin querer ir de prisa, intentando que la lectura sea comprensiva. La divido en trozos para ir aprendiéndola por partes (normalmente por los títulos que tenga, aunque a veces si es muy extensa en trozos más pequeños).

Es conveniente que tengas un diccionario para poder consultar todas aquellas palabras propias de legislación que te puedan resultar incomprensibles (sobre todo al principio, después seguramente no lo necesitarás). En el diccionario la definición adecuada aparece con el prefijo “Der.” (Derecho). También puedes utilizar algún glosario de términos jurídicos.

En una segunda o tercera lectura subrayo las ideas principales, cosa que resulta difícil al principio porque todo te parece importante. ¡Tranquila!, cuando practiques con los test y te presentes a algún examen sabrás qué es imprescindible estudiar. ¡Ánimo, acabarás sabiéndola entera!

Acto seguido me hago un resumen con estas ideas, siempre fiel a la ley, utilizando las frases tal cual aparezcan. ¡Ojo! nunca mi interpretación (aunque me pongo anotaciones en los márgenes).

Intento hacer esquemas de apartados concretos para que cuando repase sea más cómodo y rápido. De esta forma aquellos puntos llenos de plazos y datos suelen quedar más claros a la vista. Y nunca debes olvidar saberte la estructura de toda la ley: Títulos, Capítulos, Secciones, Artículos y Disposiciones.

¡Pues, ahora sí!…a estudiar. Es conveniente no querer aprenderla rápidamente, tomarte el tiempo que necesites. Es mejor saber poco pero estar seguro de lo aprendido, que ir muy rápido y que después los conceptos te bailen.

Tras algunos días de estudio, te recomiendo que realices algún test para darte cuenta de que vas por buen camino y has memorizado la parte estudiada. Si no es así… ¡calma! Una de las mejores formas de aprender una ley es equivocándose en los cuestionarios porque, al repasar los fallos, la información se fija de manera más sólida.

Así es como estudio las leyes. Lenta al principio pero… segura al fin y al cabo.