El quattro conoce al nº 5.000.000

El 25.02.2013, el quattro número cinco millones salió de la línea de producción de Audi en Neckarsulm. Un A6 Allroad con el diésel de 313 CV, pero había más en el Foro Audi, el Ur-quattro de 1982, que estaba listo para una pequeña vuelta. ¿Estás buscando y no sabes dónde vender tu coche? En el concesionario Crestanevada compramos tu coche con la mejor tasación online.

El hecho de que Audi marque un hito con el A6 Allroad blanco es notable; los modelos de tracción total no sólo se venden como churros en Alemania, sobre todo en el extranjero. También es allí donde el A8 va en grandes cantidades, China y América son responsables de más del 80% de las cifras de ventas. En Neckarsulm también hubo una pequeña visita a la fábrica, donde gran parte está automatizada, pero sólo el 10% lo hacen robots. La visita a la fábrica se recomienda a todo aquel que visite el Foro Audi. Por desgracia, las cámaras tienen que permanecer en el exterior, entre otras cosas porque un prototipo circula por las instalaciones de la fábrica. Sospechamos del facelift del S5 Sportback o de un RS5 Sportback bajo el vestido completo de tela.

Pero lo mejor del día fue otra cosa. Un breve paseo en el Ur-quattro, que se construyó en 1982 y tiene ocho años más que yo. Y todavía se veía mucho mejor que yo. El verde de la vieja escuela sigue brillando como el primer día, pero lo que realmente brilla es el motor turbo de cinco cilindros. No sólo el sonido es para morirse, como un escalofrío que recorre tu espina dorsal, sujetado por la tapicería de terciopelo, sino que simplemente avanza a partir de las 2.000 revoluciones. El turbo entra en acción y empuja brutalmente sobre las cuatro ruedas. Sin pérdidas. Ningún deslizamiento, y eso en una carretera mojada. La tracción quattro, que en aquella época ya venía de serie con un diferencial de deslizamiento limitado en los ejes central y trasero, lleva la potencia a la carretera sin humear la abrasión del caucho.

Mientras el abuelo con la chica al volante acelera en línea recta, sin mover nada a la izquierda, sin mover nada a la derecha, sólo conduciendo hacia delante, el ingeniero de Audi del asiento trasero charla sobre la época en que el quattro aún era nuevo y los aprendices experimentaban con los diferenciales. Bonitas historias que quizá sea mejor mantener en secreto. El clásico de 1.350 kilos ruge por las rotondas como si fuera una línea recta. Las llantas de 8×15 montadas para la ocasión, combinadas con la servoasistencia, le confieren un tacto increíblemente directo en la dirección: un coche sin parangón que sigue ofreciendo un rendimiento fabuloso hoy en día y que hace que los coches actuales parezcan realmente viejos.